¿Qué hacer cuando un termómetro pierde precisión?
Con el uso constante, la exposición a condiciones extremas o simplemente por el paso del tiempo, todo instrumento de medición puede perder exactitud. Los termómetros, sin importar su tipo, no son la excepción. Detectar una desviación en sus lecturas a tiempo puede evitar problemas mayores, desde errores en procesos industriales hasta riesgos para la salud pública.
En este artículo te contamos cómo identificar posibles fallas, qué hacer cuando un termómetro pierde precisión y cuándo es el momento adecuado para enviarlo a calibrar o reemplazarlo.
Señales de que un termómetro ya no es preciso
Hay varias pistas que pueden indicar que tu termómetro no está funcionando correctamente:
Lecturas inestables o erráticas
La temperatura fluctúa sin razón aparente o cambia demasiado rápido.
Valores claramente incorrectos
Por ejemplo, una lectura de 20 °C cuando el ambiente está claramente más frío o más caliente.
Diferencia con otro termómetro confiable
Al comparar con otro instrumento ya calibrado, se observa una desviación significativa.
Exposición a golpes, humedad o contaminantes
Cualquier daño físico o condición extrema puede alterar su desempeño.
Tiempo sin calibración
Si ha pasado más de un año desde su última calibración (o menos, según el uso), es probable que la precisión ya no esté garantizada.
¿Qué hacer si sospechas de una desviación?
Verifica las condiciones de uso
- Asegúrate de que el termómetro esté limpio, sin obstrucciones ni interferencias.
- Comprueba que esté siendo usado correctamente (distancia adecuada, temperatura ambiente estable, emisividad ajustada, etc.)
Realiza una prueba comparativa
Colócalo junto a un termómetro ya calibrado en el mismo entorno. Si la diferencia es mayor a la tolerancia del equipo, hay que actuar.
- Evita hacer ajustes sin control
- Algunos modelos permiten ajustes manuales. Sin embargo, modificar valores sin seguir un proceso técnico puede empeorar el problema o invalidar garantías.
Solicita una calibración en laboratorio
Esta es la única forma de confirmar el nivel de desviación con certeza y, si es posible, ajustar el instrumento dentro de tolerancias aceptables.
Evalúa si es momento de reemplazarlo
Si la desviación es muy grande o el termómetro ya no es confiable, lo mejor puede ser sustituirlo por uno nuevo y calibrado.
¿Y qué pasa si no se corrige?
- Trabajar con termómetros imprecisos puede tener consecuencias graves:
- Fallos en procesos térmicos críticos
- Pérdida de trazabilidad en mediciones
- Rechazo de auditorías o sanciones regulatorias
- Riesgos para la salud de consumidores o pacientes
¿Tienes dudas sobre el estado de tus termómetros?
En Laboratorio Metrológico te ayudamos a evaluar, calibrar o verificar la precisión de tus instrumentos con total trazabilidad.
Agenda una revisión técnica con nuestro equipo.